Descubriendo al Kraken (II) El calamar colosal

Hace unos días leí esta interesante entrada en el blog http://www.wisphysics.es/ cuyo autor es  Alberto M. Gándara @_Venerable_ y decidí pedirle permiso para publicarla aquí a lo que accedió muy amablemente.
El calamar gigante es un animal rodeado de leyendas de diversa índole pero el calamar colosal, se desdibuja en el mito. Aquí podéis descubrir que no, pues habita algunos océanos del planeta.


En la última entrada os desvelé los secretos del calamar gigante, y al final de ella os dejé con una imagen que lo comparaba con otro calamar, del cual os prometí hablar en la siguiente ocasión. Pues bien, esa ocasión ha llegado y espero que estéis preparados para conocer al calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni).


Captura de ejemplar de calamar colosal, todavía vivo.

¿Quién es? Comparación con el calamar gigante

Al igual que el calamar gigante (Architeuthis dux), el calamar colosal se integra en el grupo de los oegópsidos. Sin embargo, las relaciones de parentesco entre ambos calamares acaban aquí, pues mientras que el calamar gigante pertenece a la familia Architeuthidae, el calamar colosal forma parte de los calamares de cristal, Cranchiidae, aunque a diferencia de la mayoría de ellos, este no es transparente.

Si habéis leído la entrada anterior (y si no, no sé a qué estáis esperando), sabréis que el calamar gigante, con un peso promedio de 455 kg para unos 18 m de longitud, es bastante alfeñique, con manto, aletas y cabeza proporcionalmente pequeños y brazos y tentáculos largos. Sin embargo, el calamar colosal no se le parece en nada en este aspecto: aunque algunos autores le estiman tamaños de más de 9 metros de longitud, el ejemplar más grande encontrado hasta la fecha alcanzaba “solamente” los 5,4 metros, con brazos que no llegaban al metro y medio y un par de tentáculos de escasos 2,8 m. Es decir, cabeza y manto ocupan aproximadamente la mitad de su longitud total. El calamar colosal es, además, mucho más ancho, fuerte y pesado que el calamar gigante, siendo de 495 kg el peso máximo registrado, aunque se piensa que puede superar fácilmente esta cifra, tomada en un animal de 4,2 metros.
Cabe destacar que tomar medidas de Mesonychoteuthis hamiltoni es muy complicado porque además de los pocos especímenes que se han conseguido capturar en buenas condiciones, son extremadamente deformables debido a sus características anatómicas y morfológicas (es muy gelatinoso), encogen mucho y de forma muy distinta en función del tratamiento post mortem (congelación, fijación en alcohol, etc.) y duración del mismo que hayan recibido.

Esquema morfológico de Mesonychoteuthis hamiltoni. Fuente: Te Papa


El calamar colosal es mucho más robusto que el calamar gigante, y aunque realmente no sea “colosal”, es lo suficientemente grande y está lo suficientemente bien armado como para ser peligroso en caso de tener un encontronazo con él (aunque es una situación bastante improbable dado dónde y cómo vive, como veréis más adelante):
  • Es el único miembro de la familia Cranchiidae que tiene dos filas de grandes garfios en la parte central de sus brazos, sustituyendo así a las ventosas, que sí aparecen en las partes proximal y distal y que están provistas de pequeños dientecitos (el calamar gigante también tiene este tipo de ventosas, pero los dientes son algo más pequeños).
Ventosas de los tentáculos. Nótese que están dentadas. Fuente: Te Papa
  • En la mitad final del par de tentáculos aparece una característica exclusiva y sorprendente: tiene dos filas de garfios, de tamaño algo menor que los de los brazos, que son capaces de rotar 360º. Dichas filas están flanqueados por una hilera de pequeñísimas ventosas a cada lado que ayudan a manipular y sujetar a las presas.

    Comparación de los dos tipos de garfios.
    A la izquierda los de los brazos y a la derecha los de los tentáculos, rotatorios. Fuente: Te Papa














    Comparación de la parte distal (maza) de los tentáculos
    de Architeuthis (izquierda) y Mesonychoteuthis (derecha).  Fuente: Tonmo









        














    •  El otro día os dije que el calamar gigante, con un diámetro de 25 cm, tenía los ojos más grandes del reino animal. Sin embargo parece que esta medida es superada por el calamar colosal, con un supuesto diámetro de 27 cm para sus globos oculares, con los que puede captar la poca luz que llega a las aguas profundas que habita así como los destellos de los animales bioluminiscentes. Además, posee fotóforos sobre los ojos que utiliza a modo de faros, luego nada se le escapa. La importancia de la visión también está respaldada por el gran tamaño del lóbulo óptico de estos calamares, mucho mayor, también proporcionalmente, que la parte correspondiente del cerebro humano.
    • Otra característica singular asociada a su visión es que, a diferencia de la mayoría de los cefalópodos, que tienen los ojos ubicados en los laterales de la cabeza de modo que les confiere un campo visual de 360º, los calamares de cristal tienen los ojos en posición delantera, otorgándoles una visión binocular muy precisa, ideal para capturar presas.
      Fuente: Tonmo
    • Como se muestra en la imagen de la derecha, el pico del calamar colosal (izquierda), es muy grande, incluso más que el del calamar gigante (derecha). Parece que no es buena idea meter la mano dentro de su boca.

         

         

         

         

         

        Distribución y comportamiento peculiares 

        A diferencia del calamar gigante, que está distribuido por todo el globo, el calamar colosal se ha encontrado únicamente en el hemisferio austral, concretamente en las aguas que rodean a la Antártida: océano Antártico y sur de océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Parece que, al igual que en el caso de Architeuthis, los juveniles, que ocupan las capas superficiales del mar, sufren una migración ontogénica en profundidad a medida que crecen, alcanzando los adultos profundidades de 1000 metros o más. Asociado a este cambio de hábitat en profundidad, Mesonychoteuthis hamiltoni sufre un cambio constitucional: se vuelve más globular y gelatinoso a medida que crece, pasando de ser un depredador activo que persigue a sus presas a cazar haciendo emboscadas.

        Fuente: Wikipedia

        El calamar colosal, cuando es juvenil, es presa de multitud de animales como pinnípedos, peces grandes y cetáceos, pero cuando es adulto sus únicos depredadores naturales son los mismos que los del calamar gigante: el tiburón dormilón del Pacífico y el cachalote.


        Típico calamar de cristal en su típica posición cacatúa.
        Se cree que, como todos los calamares de cristal, al tener los ojos en posición delantera el calamar colosal nada con los brazos y tentáculos hacia arriba, en lo que se conoce como “posición cacatúa” de modo que no obstaculicen su visión. Para localizar a sus presas, principalmente bacalao austral, Mesonychoteuthis hamiltoni utiliza sus grandes y sensibles ojos ayudado por los fotóforos supraoculares, y cuando encuentra una se lanza hacia ella rápidamente propulsado por sus grandes aletas, lanza los tentáculos y la aferra fuertemente con los garfios giratorios, envolviéndola posteriormente con los brazos para, finalmente, desmenuzarla con el pico. Una vez sujeta, a la presa le es casi imposible escapar.
        Realmente se conoce muy poco acerca de la reproducción y esperanza de vida del calamar colosal, pero todos los indicios señalan que el macho también insemina a la hembra mediante un pene gigante, pues su brazo hectocotilo está escasamente diferenciado, y que es más longevo que Architeuthis. Esto último está relacionado con las aguas frías que habita, en donde el metabolismo y ritmo de vida es mucho más lento que en aguas templadas o cálidas. Si bien es cierto que en latitudes “normales” las aguas profundas donde habita el calar gigante también son frías, de unos pocos grados, en la zona más superficial de los océanos Ártico y Antártico pueden ser ligeramente inferiores a 0 ºC, y eso se nota también más abajo.

        Y por cierto, ¿Os habéis fijado en que ambos calamares son rojos? Esta es una característica muy común en los animales de profundidad: la luz roja es poco energética y no pasa de la capa de agua más superficial por lo que por debajo los animales de coloración roja aparecen como negros y se confunden con el entorno.
        Cortesía del Museo Neozelandés del Calamar Colosal “Te Papa”, y para el disfrute de los más pequeños y para los que queráis pasar un rato creando vuestro propio calamar aquí tenéis donde poder hacerlo: http://squid.tepapa.govt.nz/build-a-squid/interactive

        Este es mi calamar, Sandalio:


        Bibliografía



        Nota: Si queréis leer la entrada anterior, que trata sobre la vida del calamar gigante, visitad directamente su blog haciendo clic en este enlace
        Descubriendo al kraken: el calamar gigante

        También se puede ir directamente a página principal del blog en http://www.wisphysics.es/
         

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